No lo digo sólo porque me encuentro en esos días del mes en que se aparece
Andrés. Y la verdad que es un estrés tratando de buscar la comodidad cuando
tienes puesto una toallita o un tampón. Siempre preocupada de los movimientos
que realizas para no manchar la ropa. Cuando no viene en los días que tiene que
venir una entra en pánico, empieza a alucinar lo peor. Y cuando viene sólo
quieres que se vaya pronto.
Y eso no es todo pues tenemos que hacer miles de cosas para vernos y
sentirnos bien. Sesiones de depilación que se intensifican en los meses de
verano. Depilación laser, depilación con luz y la rasuradora son algunas
opciones para evitar el dolor del tirón con cera caliente, sobretodo en las
partes de abajo. ¿A qué hombre le gustaría andar con una chica que tenga pelos
en la axila ? Que levanté la mano al que le gustan las chicas con bigote o con
las piernas peludas. No hay forma pues.
Arreglarnos el pelo es otro tema complicado. Ocultar las canas es un
chancay de a veinte comparado con la odisea de las lacias por tener el pelo
ondulado. Y el de las onduladas por mantenerlo alisado. ¿Por qué no podemos
estar contentas como estamos?
Pero se viene lo más complicado. Cargar además de nosotras a otro ser por
nueve meses, soportando la hinchazón en los pies, que la ropa no te asiente,
con dolores, mareos y náuseas. La completa transformación de nuestro cuerpo. Y
luego sorprenderlos a ustedes trayendo una pequeña personita al mundo.
Somos una montaña rusa de emociones, sensaciones y sentimientos. Somos como
un volcán el cual no sabes cuando va a estallar. Somos como somos pero ustedes
nos quieren igual. ¿O me equivoco?
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